En la costa de Sa Trinxa, Ibiza, Lola Canavosio cantaba al ritmo de la guitarreada gitana que se había improvisado en un puesto de licuados, cuando escuchó una frase que le quedaría resonando en la cabeza: "¡A tomar por culo, que esto está de la ostia!".
Corrían los primeros años del nuevo milenio y, tras su paso por la Facultad de Economía de la Universidad de Buenos Aires, la joven de Bahía Blanca estaba instalada en Milán, donde estudiaba Diseño de Indumentaria, la carrera de sus sueños, y recorría Europa en sus meses libres.
De regreso a la Argentina, y después de integrar el equipo creativo de Las Pepas y de trabajar en cine y televisión, Lola se juntó con una amiga de intereses afines y creó DELAOSTIA, una firma que comenzó vendiendo remeras estampadas pero que hoy viste a la mujer argentina de pies a cabeza.
¿Alguna vez pensaste que DELAOSTIA llegaría a ser lo que es hoy?
Cuando arranqué, hace ya nueve años, era muy chica y bastante soñadora. Estaba segura de que DLO iba a ser lo máximo. Sin embargo, a medida que pasó el tiempo comencé a tomar consciencia y, con la apertura de cada local, empecé a sentir una mezcla de orgullo y de incertidumbre. Siempre me detengo y pienso: "Wow, ¿todo esto lo logré yo?".
¿Qué propone la firma para el próximo otoño/invierno?
Esta temporada nos propusimos apuntar a una mujer un poco más grande, que trabaja pero sigue siendo canchera. Sin descuidar la imagen distinguida de DLO, incorporamos muchos elementos del movimiento punk, como el cuero y los estampados a cuadros, que conviven en la campaña protagonizada por la top model internacional Melissa Stasiuk.
¿Cómo armarías EL outfit de la temporada?
Apostaría al total-look en cuero o mezclaría algo de cuero abajo con un top de algodón o de seda y un abrigo de alpaca -como veremos, hace referencia a un conjunto muy parecido al que hoy lleva puesto ella-.
¿Cómo repercute la situación económica del país en la industria de la moda?
Aparecen obstáculos todos los días porque no hay recursos. Por ejemplo, mando telas a bordar y me dicen "no tenemos hilo amarillo, elegí otro color", porque es importado. También tengo un montón de jeans frenados en el taller porque faltan cierres. Eso hace que toda tu colección se termine desdibujando, aunque también potencia tu parte creativa.
¿En qué te inspirás a la hora de diseñar?
Hay una mujer imaginaria que tengo en mente cada vez que llega el momento de diseñar. Recreo toda su vida y sólo yo sé cómo es: rubia, espléndida, va al cine, sale a bailar... Me imagino su auto, su novio y así voy armando como un collage de ella. Cada temporada pienso "¿qué va a hacer este año?" y armo la colección en base a lo que necesita para sus salidas.
¿Cuáles son tus proyectos a futuro?
Mi socio me pide una línea masculina, pero por ahora queremos asentarnos con la femenina y esperar a que el país se acomode. Ya estamos haciendo ropa para perritos, y quizás estaría bueno, en un futuro, sumar indumentaria infantil, como para vestir a toda la familia.
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