ALERTA NARANJA

Cuando en agosto conocí la colección primavera-verano de A.Y. NOT DEAD -click- me encantó este vestido. La estampa, los colores -el naranja es uno de mis preferidos-, el cuello, ese recorte tan atípico, todo me pareció perfecto. Por eso, pocos días después del evento, volví y me lo compré. Sin embargo, lo cierto es que en todo este tiempo lo usé sólo dos veces porque, al ser una sola pieza, no es tan versátil como una blusa o un short, que se pueden combinar con otras prendas.

Hace varios días, me encontré en Instagram con esta foto subida por la firma, donde se ve una vidriera que ARDE con los sales de final de temporada -si, para esta industria el verano termina en horas en que las olas de calor no dan tregua-. En la imagen, el estampado del vestido se repite hasta el hartazgo en diseños que tienen importantes descuentos que van del 20 al 50%.

Si bien sabemos que solemos pagar más de la cuenta por prendas de marca que aún en liquidación exceden los costos reales de producción, muchas veces no podemos aguantar a que llegue la época de sales. Pensamos que si esperamos no vamos a tener demasiado tiempo para disfrutar la compra, que el diseño ya estará "quemado", que la queremos YA. A la mayoría nos pasa con alguna prenda y no me culpo, pero esta vez me di cuenta de que mi apuro no valió la pena porque recién ahora pienso usar más seguido el vestido, cuando ya cuesta bastante menos de lo que lo pagué.

¿Qué sienten cuando ven en liquidación prendas que pagaron al precio original? ¿Les ha pasado algo parecido?