Puerto Madero

Una tarde muy colorida de aire fresco y caminata por Puerto Madero.

Entre parciales, entregas de trabajos finales y edición de material audiovisual, hace un par de semanas decidí pasar algunas horas de la mañana y de la tarde en Puerto Madero con mi mamá y mis hermanas. Estaba completamente saturada de responsabilidades, durmiendo cuatro horas por día y con picos de stress que hacían que mi cabeza estallara y no tuviera vida social más allá de la académica.

Suelo viajar a Buenos Aires los fines de semana o cuando estoy libre de obligaciones, pero esta vez decidí romper con los esquemas e irme un martes que no cursaba, para hacer unos trámites y descansar. Puerto Madero es ideal para eso: caminar bajo el sol, respirar aire fresco, ver turistas enamorados de las calles porteñas y desconectar de toda preocupación. También aprovechamos para comer algo en T.G.I. Friday's y sacar algunas fotos coloridas.

De vez en cuando me permito romper la rutina e ir al cine un día laboral al mediodía, comprar ropa una mañana después de la facultad o pasear por Buenos Aires a mitad de semana.

¿No creen que son esos pequeños placeres los que hacen que podamos relajarnos un poco entre tanto stress para después retomar las obligaciones con más energía?