IT'S HAPPENING IN LONDON

... bajarme de mis tacones y no pensar en nada. 

Por Malena González Alemany, desde Londres, para PDLM.

En la maleta, ropa para 4 días y una guía turística. ¿De dónde? De Londres. 

La semana pasada pude hacer realidad lo que me parecía casi una utopía desde hacía ya tiempo: desconectar de todo y de todos. Dejar el móvil en casa, subirme a un avión y perderme en una gran ciudad. El destino no pudo ser más acertado.

Salí de Barcelona un jueves; fui corriendo de la Universidad directa al aeropuerto. Hice una parada previa en casa: debía recoger mi maleta y dejar el móvil; el viaje era para encontrarme a mí misma, no se valía que otros pudieran encontrarme.

Con las reglas del juego claras, llegué a Londres y fue un balde de agua fría….literalmente. Llovía a cántaros. Definitivamente, estábamos en Londres. Un taxi y directa al hotel. ¿Le subimos la comida a la habitación, señorita? ¡Ni en sueños! Intenté que mis all stars fueran a juego con mi blazer y mi camisa azul cielo y me perdí buscando un lugar donde cenar.

Durante esos días me di cuenta de lo que realmente estaba buscando: un poco de aire fresco, una ráfaga de buena energía. Y lo encontré… pero no sólo eso fue lo que encontré.

Cuando me planteaba escribir este post, quería definir el estilo londinense. Tenía un par de frases-clichés con que sorprender a cualquiera, pero me terminé dando cuenta de que en Londres no hay un estilo definido para todos, aunque sí tienen reglas no escritas (pero por todos conocidas): se debe tener actitud y libertad a la hora de vestirse. 

En Londres no hay reglas escritas: el único requisito a la hora de vestirse es la actitud.

Los ingleses son libres y están llenos de actitud: se pueden poner un tapado de leopardo con unas Dr. Martens y llevarlo con tanto estilo que quite la respiración; o teñirse el pelo de verde y llevar la espalda descubierta cuando la temperatura es de 3 grados, pero sonriendo, con seguridad, con orgullo, con actitud. Me encantó ver ropa tan colorida en invierno; el color es optimismo, y Londres, pese a tener que soportar casi a diario lluvias, es impertinentemente optimista.

Volvía contenta por haberle dado tanto uso a mis all stars ya olvidadas desde que los zapatos altos entraron a mi día a día. Volvía con una camiseta de colores chillones comprada en Notting Hill. Volvía orgullosa, feliz, renovada y con la lección aprendida: ¿Qué más da lo que piensen de nosotros? Lo realmente importante es sentirnos a gusto con nuestro cuerpo, con nuestros gustos y con nuestras elecciones. Y esa felicidad, esa seguridad en uno mismo, es el mejor traje que nos podemos poner, es belleza elevada al cubo.

Barrio Notting Hill, en la zona oeste de Londres.

Auto con la publicidad de la campaña primavera/verano 2012 de Guess.

Crestas, tachas y vestimentas negras en Camden Town, el rincón más alternativo y gótico de Gran Bretaña.

Street style masculino: serios, correctos y elegantes, pero con mucha actitud.

Calzados con originales estampas en el Mercado de Camden (¡Los de carita de gato merecen un capítulo aparte!)

Con la camiseta de Boca y el gorro del Ché, la imagen de Maradona es un icono que trasciende a través del tiempo y del espacio.

Esta es una pequeña selección de fotos de street style, rincones de ferias callejeras y paisajes que retrató Malena durante su estadía en Londres, pero quedan muchas más. Más adelante habrá un post con otras que también vale la pena publicar!

¿Qué opinan del no-estilo londinense que propone Malena? ¿Coinciden en que la actitud y la seguridad en uno mismo es el mejor accesorio?